El Principito es una obra escrita con textos y viñetas cifradas, en su totalidad; en ésta ilustración se pueden descubrir si se observa con detenimiento los extremos de la bufanda, las orejas del zorro, los árboles, que, si se amplían, parecen corderos. En el prado, cerca de una de las flores y hacia donde ve el niño, se ven números, letras, fechas.
De esta forma creemos que cifró sus mensajes Van Gogh; en una carta de Theo se menciona que algún día se iban a poder descifrar los mensajes encriptados en la obra del pintor.
La Y con la que forma la colina, así como la estrella, son una constante en muchas de las ilustraciones de Antoine de Saint-Exupéry. Tienen una clara intención de repetir la historia evangélica del que viene al mundo, que vino del cielo y que en el desierto es mordido por una serpiente, luego de cumplir su misión, y desaparece pero no sin antes decir al aviador que lo buscara con la mirada en las estrellas, en el cielo. El cordero, la estrella de Belén, el aviador con sus problemas existenciales (representa la humanidad?), el pozo del agua espiritual, las parábolas en contra de los hongos u hombres de negocios, los hongos de negocios que, como un baobab, destruyen al pequeño planeta, al B612... Esta es una hipótesis que estamos tratando de dibujar en otro blog.
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